El nivel técnico e interpretativo del alumno en 6º de E.P., le permite trabajar un repertorio de obras, cuyas dimensiones formales, complejidad armónica, polifónica y de elaboración temática, y variedad estilística y estética, hacen necesario profundizar en el conocimiento de los principales elementos y procedimientos del lenguaje musical, y su relación con las distintas técnicas compositivas, con el fin de avanzar cada vez más en una comprensión de dichas obras que posibilite su interpretación adecuada.
Con este propósito, se ha pretendido dar un paso más allá, intentado enriquecer a los alumnos a través del análisis musical de obras “vivas”, obras de compositores españoles e hispanoamericanos del siglo XXI. Todo ello a través de una estrategia de indagación, motivadora para que el alumno realice él mismo su propia aproximación a la comprensión musical, siendo protagonistas de su aprendizaje por descubrimiento.
Mediante sistemas de análisis, se reseña como pautas de actuación, reconstruir el mundo sonoro imaginado por el compositor, desarrollar un sentido crítico en cuanto a la estética sonora y, valorar la riqueza expresiva de las distintas formas de expresión musical.
Es el desarrollo de la personalidad y la sensibilidad propias del alumno el fin último que se persigue, de manera tanto más acusada cuanto que la música es, ante todo, vehículo de expresión de emociones.
Asimismo se intenta fomentar la curiosidad por conocer las creencias, actitudes y valores básicos de la música actual; el gusto por el trabajo bien hecho, y una actitud de superación y mejora.
El análisis se ha centrado en el estudio de un reducido número de obras de diferentes compositores:
-“El paso del viento”. Raúl Minsburg
- “Paisajes ocultos”. Raúl Minsburg
- “H: Castillo. P. 20”. De Castillo de Damas. Dolores Serrano Cueto
- Miniaturas nº1. “Danza de la pampa”, para piano. Javier Jacinto
-“That scream called Silence”. Piano Concerto. Eduardo Soutullo
- Lied para piano y soprano sobre letra de G. A. Becquer. Rafael M. Garrigós
- “Berceus opus 96”. Serge Mühle
- Sonata “l’Arrabasada” Opus 173. Serge Mühle
-“I+D” Música para piano y electrónica. Iñaki Estrada Torío
-“Dolores y Providencia” V. Cerdá
Se expone las concusiones de los alumnos que han participado en cada uno de los comentarios analíticos propuestos.
En nombre de todos ellos y, como profesora de la asignatura de Armonía, Análisis y Fundamentos de Composición, deseo mostrar mi agradecimiento a cada uno de los compositores que amablemente han regalado su tiempo al alumnado con una ayuda directa y, aportaciones muy valiosas. Desde el conservatorio de León,
Gracias!
Trataremos de realizar un comentario analítico de una de las obras del compositor vasco, Javier Jacinto. En primer lugar, consideramos necesario hablar de la vida de este joven compositor, que nace en Pasajes (Guipúzcoa) en el año 1968.
Javier Jacinto
Es Titulado Superior por el Conservatorio Superior de Música de San Sebastián y Titulado Superior en Composición y Dirección de Orquesta por el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid.
Asiste a clases de piano y de violoncello en los citados conservatorios, y amplia sus estudios en cursos de composición y dirección de orquesta con F. Donatoni, C. Bernaola, C. Halffter, G. Grisey, y E. G. Asensio.
Sus obras han sido premiadas en Concursos de Composición como “Flora Prieto”, “Fundación Guerrero”, “SGAE Jóvenes Compositores”, “Creación Musical Contemporánea Gobierno Vasco”, “Virgen de la Almudena- Unión Fenosa”, “Pablo Sorozabal”, “Gonzalez Bastida”, y “Joaquín Turina”.
En su catálogo se encuentran obras a solo, de cámara, sinfónicas, música escénica, electroacústicas y mixtas, que han sido interpretadas en festivales nacionales e internacionales de Europa, Asia y América, como el festival “Punto de Encuentro” organizado por la Asociación de Música Electroacústica de España (AMEE), Ciclo “Jóvenes Creadores” organizado por el CDMC (Centro de Arte Reina Sofía), Festival de Música del Sarre (Alemania), Ciclos de la Fundación Sax Ensemble: La Música en la Frontera del Tercer Milenio, Conciertos de la 2 emitido por TVE, MUSIKASTE 2000, Ciclo “En torno a Luis de Pablo”, XII Congreso Mundial del Saxofón en Montreal (Canadá), V Concierto de la Almudena (Madrid), 62 Quincena Musical Donostiarra 2001, Festival Internacional de Música de Santander 2001, y Temporada Regular de la Orquesta Sinfónica de Euskadi.
Sus obras han sido dirigidas por prestigiosos directores de orquesta como Víctor Pablo, Juanjo Mena, J. R. Encinar, J. Amigo, J, Cerveró, L. Aguirre. A. Albiach, y G. Pehlivanian. Han estrenado sus composiciones importantes orquestas como la de Radio Televisión Española, la Orquesta Sinfónica de Euskadi, la Orquesta Sinfónica de Galicia, o la Orquesta Sinfónica de Sevilla.
En Abril de 2002, estrena la obra “El Gran Jardín” la Orquesta de RTVE, en el Teatro Monumental de Madrid, bajo la dirección de Álvaro Albiach, y posteriormente es interpretada por la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, bajo la dirección del maestro J. R. Encinar.
En el año de 2005, su obra “Preludio y Fantasía de Don Quijote” para guitarra es interpretada por Mª Esther Guzmán, en el Festival de Música de Santander, y posteriormente en Japón.
En Febrero de 2006, estrena su ópera “Caronte” con libreto de E. Santiago, escenografía de Ángel Haro y vestuario de Paco Rabanne, en el País Vasco.
En Diciembre de 2006, estrena su Sinfonía nº 1 “Breve” con la Orquesta de RTVE, bajo la dirección de G. Pehlivanian, en el Teatro Monumental de Madrid.
En Mayo de 2008, estrena la obra para piano “Am Grabe Alfred Schnittkes”, a cargo del pianista Brenno Ambrosini en Gdansk (Polonia) y Hamburgo (Alemania).
Como director de orquesta debutó internacionalmente en Berlín, dirigiendo al “Deutsches Kamer Orchestra”. Funda y dirige durante cuatro años la “Joven Orquesta de las escuelas de Música del País Vasco” y la “Orquesta del Conservatorio Superior de Música de Badajoz”. Asimismo ha dirigido en diversas ocasiones el grupo de Cámara “Sax Ensemble”, con especial dedicación a la música contemporánea y española, en escenarios como el Auditorio Nacional de Madrid, o el Auditorio del Centro Conde Duque de Madrid.
En la actualidad compagina su actividad artística con la pedagógica. Colabora con la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) como especialista en música sinfónica y, es Funcionario de Carrera (especialidad Dirección de Orquesta) de la Comunidad de Madrid en el Conservatorio Profesional de Música de Majadahonda, dirigiendo su Orquesta Sinfónica desde 2006.
“Miniaturas”. Miniatura nº 1 “Danza de la Pampa”
Comentarios analíticos realizados por Ana González , Elena Velado, y Yaiza Montaña, alumnas de Análisis 6º de Enseñanzas Profesionales. Conservatorio Profesional de Música de León.
“Danza de la Pampa”, ha sido estrenada recientemente en 24 de Abril de 2010, en Buenos Aires, Argentina, en el Salón Verde del Palacio Municipal de San Carlos de Bolívar.
El compositor terminó de componer la obra en Octubre de 2009 en Madrid, España y, está dedicada a Nélida Sánchez, pianista argentina, que la interpretó el día del estreno.
Es la primera de las obras pertenecientes a una serie titulada “Miniaturas” para instrumentos a solo, piano, como homenaje a la música argentina, y basada en ritmos folklóricos de la Pampa.
Análisis del Texto Musical
En el plano de la escritura musical, encontramos elementos muy interesantes. En general, la obra está escrita con la grafía moderna, y no encontramos ningún elemento extraño o desconocido hasta llegar al compás 82. Es en estos once últimos compases donde cabe destacar el uso de grafías contemporáneas, que aparecen descritas en la partitura.
Cabe destacar, el uso del cluster que consiste en tocar teclas blancas y negras con la palma de la mano, aproximadamente en el registro indicado, para conseguir un efecto disonante y percusivo. El glissando final, sólo formado de teclas blancas, y la utilización de símbolos totalmente nuevos, como una especie de regulador hecho con plicas, que significa que debe ser tocado libremente, cada vez más rápido hasta tocarlo lo más rápido posible.
El ritmo es absolutamente vital en la creación de la obra, pues es la base y elemento principal de toda ella. Es en este plano donde se deja ver claramente la influencia de la música folklórica de la Pampa, de ahí su título. Con un uso de compases ternarios 3/4, y binarios de subdivisión ternaria 6/8. Ritmos que se mezclan para formar los aires típicos de las danzas tradicionales de la Pampa, como el malambo, la zamba, el escondido, el peteneras, etc.
- Malambo. Danza folklórica argentina, perteneciente a la música sureña o surera, con ritmos de 6/8. Danza entre dos hombres, donde se hace una muestra de la agilidad, resistencia, flexibilidad, y fuerza. Destaca la técnica del zapateado, y que no se canta. Su ritmo es ágil, vibrante y expresivo.
Hay que destacar, la utilización del efecto cluster al final de la obra sobre el ritmo ternario de los acordes de la mano derecha, además de la figuración rítmica que indica un aumento del ritmo progresivo en el acorde final, que ayuda a crear un aumento de la tensión acumulada a lo largo de la obra.
Dentro de las figuras rítmicas, se observa una recurrencia de algunas de ellas como, negra- corchea; corchea con puntillo- semicorchea- corchea; y negra- negra- negra… es muy importante también, el uso de acentos, sobre todo en la primera parte de la obra y en su final.
El tempo es rápido; 100- 120, con la utilización de constantes accelerandos.
En cuanto a la melodía, queda en un segundo plano tras el protagonismo indudable del ritmo. La melodía queda escondida por el gran uso que el autor hace de forma continua de acordes plaqué. Son melodías basadas en escalas modales tradicionales, propias del folklore.
El ámbito general de la obra es muy extenso. Se desarrolla básicamente por grados conjuntos, utilizando un registro muy amplio, desde los sonidos más graves del piano a los más agudos. Tiene un ámbito general grave que puede recordar a los sonidos percusivos de los acompañamientos de las danzas. Sonoridad que se consigue gracias a la amplitud de registros y técnicas que ofrece el piano.
Escuchamos una obra con muchos contrastes, donde los acordes se suceden cambiando de registro completamente y dando un sentido quebrado. Los matices son extremos; la obra comienza en pp y termina en fff, pasando por todas las dinámicas. Llama especialmente la atención el uso de enormes reguladores que parecen no terminar, y que alargan continuamente la melodía.
A lo largo de la extensión de la obra, se aprecia un fraseo dentro de cada una de sus secciones (A- B- A’), que utiliza crescendo y diminuendo, para formar en las partes centrales de cada sección situaciones de tensión, y en la parte final, acabar con ese acorde espectacular, Fa Mayor con 6ª menor añadida.
Desde el comienzo hasta el final de la obra, nos encontramos con un texto musical atonal, basado en acordes dinámicos que van aumentando sus sonidos, el número de sus notas, en función de la tensión que se quiere crear. Se hace un tratamiento de los acordes de forma dinámica, pues los grados de tensión van variando según el número de notas usadas en ellos, desde dos hasta ocho. Esto queda perfectamente representado desde el principio de la obra, que comienza con acordes de dos notas, añadiendo progresivamente tres y cuatro, hasta ocho, para conseguir un aumento creciente de tensión.
Tenemos ante nosotros, una música caracterizada por el uso constante de acordes formados por notas muy cercanas, a distancia de tono y semitonos, y por el uso continuo de alteraciones. En toda la primera sección de la obra (A), es muy claro el uso de acordes cluster, bloques de notas en racimo de sonidos a distancia de segunda a medida que se van superponiendo; incluyendo todo tipo de alteraciones, ascendentes y descendentes, para formarlos.
Las posiciones de los acordes están pensados de una manera cómoda para el intérprete; de esta manera se consigue que se centre más en la interpretación, en proporcionar una gran expresividad a esta música folklórica. Se recurre a posiciones cómodas para la mano, teclas negras en el interior y teclas blancas en el exterior. Se puede señalar así mismo, el fundir de dos acordes para formar uno solo, o la introducción de sextas mayores y menores a los acordes ya formados.
La estructura de la obra es sencilla, una forma de danza ABA’, con una pequeña introducción más relajada, a forma de llamada que va aumentado la tensión hasta llegar al tema inicial muy rítmico (en el compás 7), y una coda que une el glissando con el final, a base de acordes graves, que van acelerando y aumentando la tensión, desde un pianissimo hasta un fortíssimo en un final vibrante.
Introducción
Los seis primeros compases constituyen la introducción de la obra. Nos prepara, dándonos una idea de lo que va a venir después. Comienza en pp, aumentando progresivamente el matiz, y usando ritmos contrastados, a contratiempo, capaces de evocarnos esos rasgos de la música folklórica argentina.
Sección A
La introducción finaliza con un regulador que se abre. Lo esperado es que la sección A comience en forte, pero no lo hace así, sino que empieza en un piano súbito, para crear un ambiente de duda y sorpresa.
En los acordes de la mano izquierda se usan registros graves del piano para lograr una mayor sonoridad. Durante esta sección, las dos manos del pianista logran un ritmo continuo, pero en los últimos seis compases, la mano izquierda mantiene notas pedal hasta que finaliza la sección con un calderón.
Existe una diferencia de tempo entre la introducción (negra con puntillo= 100) y la primera sección (negra con puntillo= 120). El tempo es más lento en la introducción.
Sección B
El tempo de la segunda sección, es igual al de la primera, negra con puntillo= 120.
Comienza con una escala descendente que se va abriendo desde piano a mezzoforte, dando comienzo a los fragmentos rítmicos propios de la sección.
Esta sección central es la más destacada. Tiene un carácter mucho más rítmico y agresivo que las secciones A y A’.
En toda la sección B aparece un motivo rítmico característico, intercalado por compases de tres negras muy acentuadas.
También destaca el regulador que abre progresivamente hasta los últimos compases de la sección, donde cesan los motivos rítmicos anteriormente expuestos, y la dinámica va bajando hasta finalizar en tres calderones mp, que pone fin a esta segunda sección.
Sección A’
La tercera sección es una sección a manera de reexposición de la primera. Tiene unos motivos rítmicos iguales, aunque ahora podemos escuchar notas pedales en el bajo y también en la voz más aguda.
Coda
Al finalizar la última sección, sigue una coda conclusiva de once compases con efectos sonoros distintos. Destacar la mano izquierda con la ejecución de clusters.
El bajo va descendiendo progresivamente hasta que cesa, y entonces la voz más aguda hace un glissando, desde la nota “Si sobreagudo”, hasta aproximadamente un “Mi”, sobre teclas blancas.
Aparece de nuevo, los motivos rítmicos de la sección B, que finalizan la obra con semicorcheas que van acelerando cada vez más, hasta lo más rápido posible. Concluye la obra con un acorde fff disonante.
La obra tiene una estructura formal con secciones bien diferenciadas, separadas por calderones cuya base fundamental es rítmica, siempre con el folklore y el atonalismo como expresión de una obra compleja y llena de color.
Las armonías de la obra están basadas principalmente en las disonancias de los acordes que aparecen, generalmente formados por intervalos de segunda. Pero las armonías no son lo más importante de la obra, sino su ritmo, ya que, como se puede apreciar, y como el propio compositor Javier Jacinto nos ha indicado, es una obra principalmente rítmica, con ritmos de 3/4 y 6/8.
Conclusiones
Ana González. Las impresiones que me transmite esta obra son de inquietud, de nerviosismo, entre otras cosas. La obra aún no tiene grabación en vivo, pues se está grabando en Argentina y, según me ha dicho el propio compositor, aún no le ha llegado la grabación, así que he tenido que conformarme con un archivo midi que muy amablemente Javier me ha enviado para que pudiera hacerme una idea sonora, aunque no tenga mucho que ver con la verdadera interpretación de la obra.
Al escucharla me vienen a la mente imágenes sobre una tribu indígena, realizando sus rituales bajo el fuerte golpeteo de los tambores, con disfraces y pinturas siniestras, a punto de realizar un sacrificio para sus dioses. Puede sonar absurdo, pero son las imágenes que esta obra me trae a la cabeza.
Yaiza Montaña. En este tipo de composiciones, cobra más importancia la impresión que pueda incidir en el oyente, que la complejidad armónica de la propia obra.
Tras la escucha, nos podemos plantear cierta visión minimalista, pues la obra nace y se desarrolla alrededor de varios motivos, sobre todo rítmicos, alrededor de los cuales se articula el discurso musical.
Elena Velado. Si bien no he podido tener una buena idea sonora de la obra, ni tampoco tengo un dominio del análisis de este tipo de obras, considero que la realización de este análisis ha sido de gran ayuda para obtener una idea más objetiva de lo aprendido en las distintas asignaturas del conservatorio, tanto en análisis musical, historia de la música, como educación auditiva, armonía etc., así mismo para adentrarme un poco más en la comprensión de la evolución de la música, sobre todo en la contemporánea.
Tampoco conozco el sentimiento con que ha sido compuesta esta obra, pero considero que puede existir una relación entre el estilo atonal y disonante que crea sensaciones diferentes en el oyente contemporáneo , de la era industrializada y ruidosa, y la región de la pampa, con su vasta extensión de pastizales que se aleja hasta el infinito que crea esa sensación de insignificancia del hombre, y grandeza de la naturaleza, con juegos de luz y color muy característicos.
Agradecimientos al compositor Javier Jacinto, por la orientación para realizar el análisis que nos ha proporcionado.
Partitura: “Danza de la Pampa” para piano, del compositor Javier Jacinto.
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