El siglo XXI. Comentario analítico realizado por los alumnos de 6º de Enseñanzas Profesionales del Conservatorio Profesional de Música de León “José Castro Ovejero” (Mayo de 2010).
El nivel técnico e interpretativo del alumno en 6º de E.P., le permite trabajar un repertorio de obras, cuyas dimensiones formales, complejidad armónica, polifónica y de elaboración temática, y variedad estilística y estética, hacen necesario profundizar en el conocimiento de los principales elementos y procedimientos del lenguaje musical, y su relación con las distintas técnicas compositivas, con el fin de avanzar cada vez más en una comprensión de dichas obras que posibilite su interpretación adecuada.
Con este propósito, se ha pretendido dar un paso más allá, intentado enriquecer a los alumnos a través del análisis musical de obras “vivas”, obras de compositores españoles e hispanoamericanos del siglo XXI. Todo ello a través de una estrategia de indagación, motivadora para que el alumno realice él mismo su propia aproximación a la comprensión musical, siendo protagonistas de su aprendizaje por descubrimiento.
Asimismo se intenta fomentar la curiosidad por conocer las creencias, actitudes y valores básicos de la música actual; el gusto por el trabajo bien hecho, y una actitud de superación y mejora.
El análisis se ha centrado en el estudio de un reducido número de obras de diferentes compositores:
-“El paso del viento”. Raúl Minsburg
- “Paisajes ocultos”. Raúl Minsburg
- “H: Castillo. P. 20”. De Castillo de Damas. Dolores Serrano Cueto
- Miniaturas nº1. “Danza de la pampa”, para piano. Javier Jacinto
-“That scream called Silence”. Piano Concerto. Eduardo Soutullo
- Lied para piano y soprano sobre letra de G. A. Becquer. Rafael M. Garrigós
- “Berceuse opus 96”. Serge Mühle
- Sonata “l’Arrabasada” Opus 173. Serge Mühle
-“I+D” Música para piano y electrónica. Iñaki Estrada Torío
-“Dolores y Providencia” V. Cerdá
Se expone las conclusiones de los alumnos que han participado en cada uno de los comentarios analíticos propuestos. En nombre de todos ellos y, como profesora de la asignatura de Armonía, Análisis y Fundamentos de Composición, deseo mostrar mi agradecimiento a cada uno de los compositores que amablemente han regalado su tiempo al alumnado con una ayuda directa y, aportaciones muy valiosas. Desde el conservatorio de León,
Gracias!
VICENT CERDÀ I PERIS
(n. 18 Junio de 1986. Vallada. Valencia)
El joven compositor de la localidad valenciana de Vallada, Vicent Cerdà i Peris, realiza sus estudios en las especialidades de Bombardino, Trombón de Varas y Piano en la escuela de música de la Unión Protectora Musical de Vallada y al mismo tiempo en la escuela de música de la Societat Musical d'Alzira. Posteriormente, realiza sus estudios superiores en la especialidad instrumental de Euphonium en el Conservatorio Superior de Música "Joaquín Rodrigo" de Valencia (promoción del 2004), y en el Conservatorio Superior de Música "Manuel Castillo" de Sevilla (promoción del 2006).
Ha estudiado con grandes solistas internacionales de su especialidad, bombardino, como: Steven Mead, Juan José Munera, Patrick Harrild, y un largo etc...
Como intérprete, ha realizado actuaciones a lo largo de toda la geografía española, incluyendo actuaciones en Francia, y Holanda, entre ellas cabe destacar la interpretación como solista de "Rhapsody for Euphonium" junto a la Banda Jove de la Societat Musical d'Alzira, interpretación que fue emitida por Radio 9.
Colabora asiduamente con diversas bandas de la Comunidad Valenciana y Andalucía, siendo director de los trombones en Arrabat Band.
Como compositor, cabe destacar su repertorio dentro de la música procesional y de la música festera. Su catálogo de música festera, incluye varias composiciones realizadas por encargo, para las fiestas de Moros y Cristianos de San Blás (Alicante), especialmente para varias capitanías. Y dentro del catálogo de música procesional, conviene citar la diversidad de piezas dedicadas y realizadas por encargo a y por Hermandades de la ciudad de Sevilla, donde actualmente siguen sonando sus piezas en diversas Cofradías.
Actualmente, forma parte de la Banda Unión Protectora Musical de Vallada (Valencia), trabaja de manera continuada como arreglista, orquestador y compositor, y pertenece a la Asociación de Compositores de Música de Moros y Cristianos (ACMMIC).
ANÁLISIS “DOLORES Y PROVIDENCIA”
Comentario analítico realizado por los alumnos de Análisis 6º de Enseñanzas Profesionales. Conservatorio Profesional de Música de León.
“Dolores y Providencia” es una Marcha Procesional dedicada a la Real Hermandad Servita, del compositor valenciano Vicent Cerdà i Peris.
La composición para banda está dedicada a una Hermandad, lo cual es propio en Viernes Santo, y puede estar escrita en la tonalidad que el compositor desee, siempre y cuando se muestre solemne ante la petición de luto del día. Así lo explicó, amablemente en una entrevista, el director musical de la banda de cornetas de la cofradía “Dulce Nombre de Jesús, el Nazareno” de la ciudad de León (España).
¿Qué representación tiene el Viernes Santos?
- El Viernes Santos es el día de mayor luto, pues en este día muere Jesucristo y se le desciende de la Cruz para enterrarlo. La Virgen es un personaje clave que ensalza todo este dolor.
¿Qué se suele tocar en Viernes Santo?
- Es una buena pregunta, pero muy relativa. Normalmente se tocan marchas dedicadas a la Hermandad que sea, pero realmente no la interpreta la propia Hermandad a la que ha dedicado la obra, sino que todas se unirán a la hora de interpretarla.
¿Qué tonalidad consideras que es propia de este día?
- Sinceramente, es algo muy poco concreto. El modo menor, aunque sea el propio de luto, no es el único que lleva a colación este Día, ya que nosotros a Nuestra Virgen le tocamos una marcha que no es para nada triste. En resumen, también puedes utilizar tonalidades alegres y vivas, pero todo ha de ser llevado con el máximo respeto por el día que representa.
¿Qué sentimiento te evoca el Viernes Santo?
- La Semana Santa es algo que se vive de forma muy especial y respetuosamente. El Viernes Santo, es uno, por no decir, el día más fuerte en sentimientos. Es emocionante, difícil de describir. Es una sensación maravillosa.
Dedicatoria de la composición "Dolores y Providencia"
La Real Hermandad Servita, a la cual esta dedicada esta obra, es la orden de los servitas u Orden de frailes Siervos de María. Fue fundada por los siete santos fundadores, de los cuales no se tiene un registro claro sobre su nombre. Se tiene conocimiento que su origen era o bien noble, o bien de comerciantes.
Los siete santos fundadores son un caso único en la Iglesia católica, pues son el único ejemplo de orden fundado por siete personas, igualmente destacadas en virtud, y no por uno o dos fundadores.
Se ha llegado a decir que los nombres de los fundadores fueron: Buenhijo Monaldi, Bonayunta Manetti, Maneto dell’Antella, San Amadio de los Amidei, Sosteño, Hugo, y Alejo Falconieri. San Alejo es el más conocido de ellos.
La orden fue fundada en el siglo XIII en Florencia, los siete santos fundadores pertenecían ya a una especie de cofradía dedicada a la veneración de Santa María, al principio eran sólo un grupo de amigos que decidieron optar por el Evangelio ante la constante situación de caos y enemistad de la Florencia de 1233. Un 15 de agosto, día de la asunción decidieron dedicarse por completo a Jesús y por tanto ponerse al servicio de Santa María. Poco tiempo después recibieron la aprobación del Papa.
El viernes santo de 1239 refirieron haber tenido una visión en la cual Santa María les indicó usar un hábito negro y adoptar la regla de San Agustín.
Entre sus distinciones espirituales se encuentran la preferencia por la soledad y el retiro además de la expansión de la devoción y amor a la virgen María.
San Alejo vivió lo suficiente para ver expandida la orden. El Papa León XIII canonizó a los siete fundadores el 15 de enero de1888.
Título de la composición: "Dolores y Providencia"
Curiosamente, la composición gira alrededor del número siete, que es el número de la espiritualidad:
El título "Dolores..." pudiera representar los 7 dolores de la Virgen, los "siete sucesos dolorosos" en los que participa la Virgen, con los dolores sufridos, representados en número de "siete puñales".
El título "... y Providencia". La palabra "providencia" significa disposición anticipada, prevención que se toma para lograr un fin. Palabra que podemos vincular con la 7 gracias que la Virgen prometió que concedería, a aquellas almas que la honren y acompañen diariamente.
El misterio de la participación de la Virgen, madre dolorosa, en la pasión y muerte de su Hijo, es probablemente el acontecimiento evangélico que ha encontrado un eco más amplio y más intenso en la religiosidad popular, en determinados ejercicios de piedad (Vía Crucis, Vía Matris...) y, en proporción con los demás misterios, también en la liturgia cristiana de oriente y de occidente.
El dolor de la Virgen, aunque encuentra en el misterio de la cruz su primera y última significación, fue captado por la piedad mariana también en otros acontecimientos de la vida de su Hijo, en los que la madre participó personalmente.
Los 7 Dolores:
- La profecía de Simeón (Lc. 2, 22-35). Subida al templo de José y de María para presentar allí a Jesús, a los cuarenta días de su nacimiento, con la relativa profecía del anciano Simón: "Una espada atravesará tu alma". Espada que es, "según parece, la progresiva revelación que Dios le hace de la suerte de su Hijo"; espada que penetrando en María le hará sufrir; espada símbolo del camino doloroso de la Virgen, que en la tradición posterior será asumida como signo plástico de los dolores sufridos por la madre del redentor, y representada luego en número de siete puñales clavados en el corazón de la Virgen.
- La persecución de Herodes y la huida a Egipto (Mt. 2, 13-15). El camino de fe de la Virgen se vio muy pronto marcado por un nuevo suceso doloroso, la huida a Egipto con Jesús y José.
- Jesús perdido en el Templo, por tres días (Lc. 2, 41-50). Una vez más, durante la infancia de Jesús, el suceso de la pérdida en Jerusalén y, la búsqueda ansiosa de María y de José, que se concluirá con el hallazgo del Hijo en el templo, nuevo motivo de interpretación sobre la voluntad de Dios en el corazón de la madre.
- María encuentra a Jesús, cargado con la Cruz (Vía Crucis, 4ª estación). La contemplación de la tradición ha querido descubrir en la subida de Jesús con la cruz al Calvario, la experiencia síntesis del camino de fe de la madre, y aunque los evangelios no mencionan nada de eso, la piedad tradicional ve también la presencia de María en el encuentro de Cristo con las mujeres (Lc. 23, 26- 27).
- La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor (Jn. 19, 17-30). Es en el acontecimiento de la crucifixión donde encontramos el significado primero y último de la Dolorosa.
- María recibe a Jesús bajado de la Cruz (Mc. 15, 42-46). Una vez más la devoción de los fieles quiso prolongar la participación amorosa de la madre en la muerte redentora del Hijo, recordando, como en un díptico, la acogida en el regazo de María, de Jesús bajado de la cruz.
- La sepultura de Jesús (Jn. 19, 38-42). Entrega al sepulcro del cuerpo exánime de su Hijo.
La Virgen comunicó a Santa Brígida de Suecia (1303- 1373), "Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, más hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos. Por eso, tú hija mía, no te olvides de Mí que soy olvidada y menospreciada por muchos. Mira mi dolor e imítame en lo que pudieres. Considera mis angustias y mis lágrimas, y duélete de que sena tan pocos los amigos de Dios".
Nuestra Señora prometió que concedería siete gracias a aquellas almas que la honren y acompañen diariamente. Las siguientes son las gracias prometidas por María:
- Pondré paz en sus familias.
- Serán iluminados en los Divinos Misterios.
- Los consolaré en las penas y acompañaré en sus trabajos.
- Les daré cuanto me pidan, con tal que no se oponga a la voluntad de mi Divino Hijo y a la santificación de las almas.
- Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y los protegeré en todos los instantes de la vida.
- Los asistiré visiblemente en el momento de la muerte: verán el rostro de su Madre.
- He conseguido de mi Divino Hijo que los que propaguen esta devoción (a mis lágrimas y dolores) sean trasladados de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y yo seremos "su eterna consolación y alegría".
Análisis Formal
En el comentario analítico, se pretende dar una visión general que nos facilite una comprensión sencilla de la obra.
Composición escrita para los siguientes instrumentos: flautín, flauta, oboe y fagot; cuatro clarinetes en sib; un requinto; cinco saxos, dos altos, dos tenores y un barítono; tres trompetas en sib; dos fliscorno; dos trompas; tres trombones; dos bombardinos; tuba; caja tubular; caja; bombo y plato.
Con un carácter grave y solemne, en la tonalidad principal de Do menor, varía de modalidad a lo largo de la composición, estructurando las diferentes partes de la pieza (de Do menor a Do Mayor). La obra concluye en una cadencia auténtica (V- I), Dominante- Tónica menor, con su 3ª menor (lab).
Rítmicamente, en la melodía predomina la figuración rítmica de tresillo de negras, y su reducción en corcheas. Melodía que presenta un acompañamiento rítmico muy marcado.
Con una duración aproximada de 5 minutos y 48 segundos, es una obra tonal cuya forma sigue el tipo característico de una Marcha Procesional Fúnebre, formada de 145 compases.
Estructura: Introducción + seis partes. La obra podemos dividirla en 7 partes, caracterizadas por sus comienzos diferentes de matices; los reposos cadenciales, en cadencia rota y cadencia auténtica; y los cambios de modalidad y por tanto de carácter.
Se ofrece una visión diferente, que representa un enfoque distinto al análisis de la obra, realizando una relación simbólica de la misma con la numerología.
Ya se ha mencionado que la obra se basa en el número siete, número de la espiritualidad. También en su estructura formal nos encontramos con la división de la composición en siete partes.
7 partes: Introducción + 6 secciones
La partitura tiene 16 folios: 16= 1 + 6 = 7
Introducción. Entrada en forte y con una gran presencia, que durante los once primeros compases da paso a la melodía principal del tema de la marcha, la cual asoma tras un reposo en el VI grado, en cadencia rota.
Primera parte (c. 12). En matiz piano se inicia el tema en la tónica (I), con carácter solemne en la tonalidad principal de Fa menor; y un acompañamiento rítmico muy marcado. Predomina el motivo rítmico de tresillo de negras. Tras el desarrollo del tema presentado que reposa en una cadencia auténtica V- I, un pasaje de transición en el que destaca la reducción de valores en corcheas de la figuración rítmica de tresillos, da paso a la segunda parte.
Segunda parte (c. 44). Una cadencia rota V- VI (Dominante- Submediante) antecede al inicio de la segunda parte en la que escuchamos un cambio de modalidad a Fa Mayor, y un comienzo en matiz forte. La melodía al igual que en la primera parte comienza en la tónica, pero ahora tiene un carácter distinto, pierde el sentido de tristeza anterior y presenta cierta frescura. Con el ritmo característico de tresillos, finaliza en cadencia auténtica V- I (Dominante- Tónica).
Tercera Parte (c. 63). Esta parte funciona como puente, sección con comienzo en matiz mf, que enlaza con la cuarta parte. Escuchamos figuraciones rítmicas distintas de las partes anteriores: grupos de cuatro semicorcheas, cinquillos, corchea con puntillo- semicorchea, trinos... y un lenguaje armónico en el que debemos destacar el VI grado rebajado (re bemol). Finaliza en una cadencia auténtica: Dominante- Tónica (V- I). En cuanto al acompañamiento, también varia sus figuraciones rítmicas.
Cuarta Parte (c. 85). Un recuerdo a la melodía principal del tema de la marcha, regresa a la tonalidad principal Fa menor. Una melodía con su acompañamiento muy marcado y un pasaje de transición, nos conduce sin reposo destacado, hacia una nueva parte de la obra.
Quinta Parte (c. 101). Una breve introducción nos lleva a la melodía de esta parte de la obra, en la que destaca la densidad en su textura musical.
Sexta Parte (c. 125). Final de la obra en matiz mp. Utilización de recursos ya presentes a lo largo de la composición: sexta rebajada (re bemol), enlaces armónicos de Dominante- Tónica (V- I), figuraciones rítmicas de tresillos... Finaliza en una cadencia auténtica (c. 144- 145), en la tónica menor de Fa; con su 3ª menor, la bemol.
Audición en goear “Dolores y Providencia”
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ENTREVISTA CON EL COMPOSITOR
¿Quién es Vicente Cerdá y cuál es su vinculación con la música procesional de Sevilla?
- Vicente Cerdá, simplemente es un músico, que vino a Sevilla a terminar sus estudios superiores de música, y que tuvo la suerte de convivir con gente enamorada de la Semana Santa, auténticos expertos en Semana Santa. De ahí a empezar a tocar en Sevilla durante la Semana Santa, solo pasó un año. Mis primeros recuerdos de la Semana Santa Sevillana son muy intensos, no recuerdo los nombres de las hermandades que vi, ni los días, ni la bandas, pero recuerdo pasar horas y horas dando vueltas de un lado para otro viendo hermandades (mis amigos), y yo escuchando marchas procesionales. Nunca había escuchado nada de ese estilo, de ahí a que dos o tres años más tarde, decidiese empezar a componer música procesional.
¿Qué es lo que siente un compositor en el momento del estreno de su obra?
- El momento de estrenar una pieza siempre es especial, y bastante emotivo, pero yo siempre tengo unas sensaciones extrañas. Primero disfrutas de escuchar lo que tu simplemente has escrito en un papel, de ver como un gran número de gente, está interpretando, cada músico a su manera una cosa que ha salido de tu mente. Disfrutas de ver un proyecto (una composición), que se convierte en realidad (ya que la única función de una marcha es ser interpretada, y no estar en cajones y archivos de muchas bandas). Pero al mismo tiempo, es un momento largo, no solo durante los minutos que se estrena, sino durante muchos meses e incluso años después. En este tiempo posterior es cuando un compositor realmente disfruta, cuando ve que un fruto de su mente ha tenido repercusión. La mejor sensación para un compositor, es ir paseando por una ciudad, y escuchar una banda que toca una melodía familiar, y acercarse un poco y descubrir que esa melodía familiar es suya, la compuso hace años, y aún se toca, ya que por desgracia hoy en día esto es un logro, el componer una marcha (no clásica) y que dure durante años en el repertorio de una hermandad y de una banda.
¿Que espera que sienta el público cuando escuche la nueva marcha?
- Lo más importante, que les guste, y que la gente disfrute con ella.
CONCLUSIONES
Esta marcha procesional, a mi modesto entender, reúne unas características compositivas que se diferencian de otras composiciones. Una marcha procesional con un bello tema con personalidad, que presenta recursos musicales que denotan un estudio de la composición importante, y un conocimiento de todos los instrumentos, tesituras y posibilidades de los mismos, lo que repercute en el conjunto de la composición final.
Vicent Cerdá, es un joven compositor que pulula por el mundo de la marcha procesional. Por su inspiración y su bien hacer, sus conocimientos y sus estudios, no me canso de oír sus marchas... siempre le saco jugo a algo nuevo que me pasó inadvertido en anteriores audiciones, y me transmite, además, sensaciones y sentimientos tanto humanos como religiosos.
Cualquier creación artística, por muy bien concebida y ejecutada que esté, si adolece de sentimiento siempre será una obra fría. "Dolores y Providencia" transmite la solemnidad que debe tener una marcha y la emotividad dolorida de la "Pasión" en el Viernes Santo.
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